viernes, 23 de mayo de 2008

INCENDIO

Como consecuencia de muchas catástrofes, aparece también un grave riesgo para la población, que son los incendios. Es tal vez uno de los fenómenos más destructivos de la naturaleza y seguidamente se trata de recomendar una serie de acciones para evitar al máximo los riesgos.
  • En el hogar y ante la proximidad de un incendio, hay que comprobar primeramente que se dispone de los medios suficientes para intentar controlarlo, como extintores o mangueras de agua, si no es así, evacuar la zona inmediatamente.
  • Una de las normas básicas para evitar los incendios después de las catástrofes es el de no encender ningún fuego, sin comprobar previamente que no haya fugas de gas o derrame de sustancias inflamables.
  • Si un incendio generalizado se acerca hasta la vivienda, hay que procurar desprenderse de todos los líquidos inflamables, a excepción de los combustibles que estarán en lugar seguro y preparados por si hay que evacuar la zona.
  • Conocer al detalle las vías de escape del domicilio o comunidad de vecinos.
  • Si el incendio alcanza inevitablemente la vivienda, cortar todos los suministros de gas y electricidad. Empezar a mojar todos los objetos circundantes para evitar que se quemen.
  • Caminar agachado por pasillos y habitaciones con la boca y la nariz protegidas con un pañuelo o trapo mojado.
  • Evitar las corrientes de aire, cerrando puertas y ventanas.
  • Antes de abrir cualquier puerta, tocarla con la palma de la mano, si está caliente no abrirla jamás.
  • Si las prendas de otra persona o las propias se incendian, lo mejor es rodar por el suelo hasta extinguir las llamas o cubrirse con una manta o abrigo.
  • Si el incendio es en el bosque intentar caminar por la parte ya quemada y evitar las zonas que producen el efecto chimenea, como laderas, desfiladeros, etc.
  • Si se transita por bosques de gran extensión, vigilar el horizonte de tanto en tanto a la búsqueda de alguna señal de humo que pueda amenazarnos.
  • Si el incendio nos rodea, intentar dirigirse a la proximidad de un riachuelo o estanque.
  • Las cuevas poco profundas pueden ser especialmente peligrosas, ya que podemos quedarnos sin oxígeno.
  • Con el fin de evitar los incendios en las zonas forestales por nuestra propia neglicencia se relacionan a continuación una serie de recomendaciones básicas:
  • No abandonar jamás una hoguera encendida.
  • Disponer en torno al fuego de una amplia superficie limpia de matojos o hierbas.
  • Si hace mucho viento, rodear la hoguera con piedras a fin de evitar su propagación a zonas colindantes.
  • Tener a mano los medios para, en caso de necesidad, poder apagar el fuego de forma rápida y eficaz.
  • No dejar en zonas forestales botellas o utensilios de cristal que pudieran concentrar los rayos solares y generar un incendio.
  • No tirar colillas ni cerillas al suelo.
  • Al abandonar la zona asegurarse de que el fuego está totalmente extinguido.

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